El sexo Kinky proviene de la expresión inglesa que alude a lo torcido. Se refiere a las relaciones alejadas de la rutina. Define un tipo de encuentros sexuales marcados por lo novedoso, por juegos y prácticas que trascienden lo “normal” para adentrarse en las fantasías.

Dentro de estas experiencias están: el fetichismo o el voyerismo, el BDSM o el poliamor. Estas prácticas llevan a que muchas parejas rompan con la rutina.

Algunas parejas serán más osadas que otras, los límites son personales. No hay prácticas “adecuadas”, simplemente algunas experiencias van bien para determinadas parejas y otras no. El primer punto es que cada miembro de la pareja exprese aquello que desea. Si no coinciden, hay que intentar buscar un punto medio.

Para la sexóloga Fortuna Dichi: “Se trata de darle vida a la relación y vencer el hastío, respetando lo que somos y a la persona con quien compartimos la intimidad: “No podemos esperar resultados distintos haciendo todos los días lo mismo “. La monotonía se rompe con creatividad, atreviéndose a hacer cosas diferentes, que nos nutran, primero de forma individual y luego en pareja”.

Esto se consigue gradualmente, no existe magia, ni cambios drásticos. Dichi propone ideas prácticas, como elaborar una lista con propuestas sexuales, leer literatura erótica, visitar una ‘sex-shop’ juntos, practicar masajes con aceites aromáticos en zonas erógenas o hacer de la habitación un santuario para el placer. La sexóloga invita también a jugar con el roce de las cuerdas, experimentar un poco la sensación de estar amarrado, dejar atrás la posición de misionero y atreverse a tener encuentros íntimos en lugares diferentes.

El sexo kinky integra una amplia gama de prácticas sexuales. Aquí enumeramos algunas de ellas, pero tu imaginación es el límite.

BDSM

El BDSM, son las siglas de 6 prácticas diferentes: Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo. Consiste en una serie de juegos sexuales que parten siempre de la confianza y un consentimiento tácito sobre lo que se va a hacer y su intensidad.

Fetichismo

Pies, zapatos, cuero, terciopelo, encaje, tangas… El fetichismo suele ser un elemento habitual en el sexo kinky, de manera que ese material, objeto o parte del cuerpo determinada, actúa como método preferido para lograr la excitación sexual.

Fantasías

Las parejas suelen recurrir a los juegos de rol como forma para recrear las fantasías más profundas. Vivenciar una historia a través de disfraces, teatralización y escenarios concretos.

Voyerismo y exhibicionismo

Ser testigo de cómo nuestra pareja mantiene relaciones con otra persona o practicar del sexo en espacios públicos.

Sexo grupal

Las orgías o el sexo en grupo es otra característica del sexo kinky

No se espera que todos lleguen al sexo kinky, pero vale la pena intentar usar algunos de sus recursos: sorprender al otro, atreverse, aventurarse a lo nuevo, proponer opciones que puedan resultar insólitas. Ir a un sex shop juntos, o regalar un juguete sexual, usar lencería erótica, cremas, películas, ataduras, aprovechar espacios inusuales, jugar a la dominación o a la sumisión, son todos recursos validos del sexo kinky.

AUTOR Adriana

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